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Los ventiladores de pie poseen un diseño práctico que te permiten moverlos de una habitación a otra con facilidad. Son cómodos de utilizar, ya que poseen comandos sencillos y no hacen falta instalaciones previas, con solo enchufarlos y ajustar la velocidad, ya podrás disfrutar de un clima fresco.
Las variables básicas a las que debemos prestar atención al momento de elegir un ventilador de pie son: velocidades, diámetro y material de las paletas. Dependiendo del uso que vamos a darle, el caudal de aire que deseemos y el espacio en donde lo ubiquemos, elegiremos entre un modelo u otro.
Los ventiladores de pie suelen tener paletas de metal o plástico. Las aspas de plástico son de fácil mantenimiento, pero no se aconsejan para zonas con altas temperaturas, mientras que las aspas de metal son más perdurables pero no recomendadas para ventiladores de pie ubicados en habitaciones de niños.
Por lo general, los ventiladores de pie cuentan con 3 velocidades que pueden regularse, dependiendo del modelo, desde su cabezal o mediante botones en su parte delantera. Esto te permitirá ajustar la velocidad de ventilación en base a lo que necesites.
Un ventilador de pie puede tener un diámetro de entre 10 a 30 pulgadas, aproximadamente. Cuanto mayor sea el diámetro de las paletas del aparato, mayor será el caudal de ventilación que ofrezca.